• Quiénes son
• Cómo se comportan
• Qué necesitan / desean
• Dónde se encuentran
• Por qué elegirán a su empresa
• Quiénes / qué clientes demandan un servicio o producto en un determinado momento
• Dónde / en qué ámbitos se demanda ese servicio o producto
• Qué aprecian sus clientes como diferenciador / decisivo en el momento de decidir la compra
• Cuándo / en qué momento demandan sus clientes un servicio o producto
• Por qué elegirán a su empresa en el momento de la compra
• Qué hace su competencia
• Tendencias demográficas
• Legislación del sector
• Variables macroeconómicas
 1 - Potenciar su imagen de marca
2 - Optimizar la experiencia del cliente
3 - Generar engagement
4 - Optimizar eficiencia en costes / efectividad operacional
5 - Maximizar el retorno
La primera fase consiste en descubrir: escuchamos al cliente. Es imprescindible entender completamente su modelo de negocio, su visión, sus objetivos actuales y metas futuras. Estudiamos a fondo de dónde viene su marca, en qué lugar está hoy y hacia dónde se dirige. Y examinamos la situación de su mercado y de su competencia. Hay que reconocer el campo de batalla antes de trazar una estrategia ganadora.
En este punto analizamos toda la información recopilada. Gracias a esta investigación previa podremos identificar los factores que mejor definen a su marca, diferenciándoles y potenciándoles, así como los hábitos, necesidades y deseos de sus clientes, y los canales que debemos usar para llegar a cada uno de ellos de la manera más eficiente. Creamos estrategias concisas de causa y efecto que nos permiten desarrollar acciones ganadoras.
El siguiente paso consiste en ponerse con las manos en la masa. Escoger los ingredientes necesarios para obtener una propuesta de venta sólida, atractiva y diferente, y calentar nuestras cacerolas creativas donde los mezclamos. Desarrollamos recetas exclusivas para obtener platos únicos que sabrán a gloria: Un mensaje concreto, ganador, al grano.
Ahora que ya tenemos el plato preparado, hay que servirlo en la mesa del cliente. Y aquí es cuándo la magia ocurre. Todo ese análisis, estrategia y proceso creativo previo se sublima en un mensaje, que es transmitido a través de los canales de comunicación más relevantes y efectivos. Y con el mensaje lanzado, establecemos las métricas que van a medir el éxito de nuestra acción.
Este es el momento de dar un paso atrás y contemplar como arde la hoguera. Pero el proceso no acaba aquí. Vamos dominando y dirigiendo las llamas, haciendo las correcciones y ajustes que sean necesarios para obtener exactamente el resultado que deseamos.